
Hoy decidí hablar de la risa, mi podcast también habla de eso, porque en los tiempos que vivimos, reír es más que necesario para que intentemos transitarlo con buen humor.
Muchos que amamos la música y sus letras, tenemos una banda de sonido con sus incidentales de nuestra vida, en nuestra cabeza.
La música tiene la particularidad de ser como una medicación psiquiátrica, se mete en nuestra cabeza e influye en nuestros sentimientos, pero el problema es que no siempre elegimos la “medicación adecuada” a la circunstancia que estamos viviendo.
De por sí, cuando tenemos una pena de amor, solemos escuchar tristes canciones que nos traen malas ideas:
Hay bellas canciones de amor, que nos elevan y nos hacen sentir bien, pero las canciones de abandono son terribles, y solo nos hacen subir exponencialmente el dolor si acabamos de tener una pena de amor.
En esta pandemia, las plataformas de streaming han tomado protagonismo, la televisión también. El otro día veo que están dando una nueva serie que se llama Epidemia, y por los avances parece la historia del Covid en primer plano. Sinceramente no sé como mide esta serie, pero me niego a pensar que, encerrada en mi casa, por la única ventana de libertad que tenemos que son las pantallas, ver gente enferma y encerrada.
Tenemos que empezar a elegir la información que entra por nuestros oídos y nuestros ojos. Hace muchos años, leí que una persona que había viajado a un país asiático, había sufrido una contaminación por inhalación, que cuando llegó a su país los Estados Unidos, le dieron un mal pronóstico. Esta persona decidió ver todas las películas de humor que podía, y leer todas las historietas graciosas y libros que lo hicieran reír.
Al cabo de seis meses, esa contaminación había salido de su cuerpo, su única terapia fue la risa, la que lo sacó de esa enfermedad.
Entonces, en tiempos de pandemia cuidemos nuestra inmunidad. Dejá un poco las noticias de lado, las redes sociales que destilan bronca y odio. No te enojes conmigo, sé que no vivimos en el paraíso, pero si construimos sabiendo donde y como vivimos una realidad a la que podemos escapar simplemente con un par de auriculares o sentándonos a ver una película o serie, te aseguro que vamos a caminar más livianos por la vida.
En tiempos de caos, el dolor no ayuda. La risa, sí.
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