En el día de la Mujer, el recuerdo de una gran MUJER

Cansada de que nos representen mujeres que creen que el feminismo es una armadura, hoy quiero recordar a alguien que unió belleza e inteligencia: Hedy Lamarr, para mí una Mujer Real.

En el día de la mujer, no me siento identificada con la imagen de personas que creen que la agresividad es empoderamiento, y creo que no comprendieron que nuestro bello género nos da muchas ventajas a las que algunas no quieren o no pueden usar para empoderarse como es debido.

Si yo les cuento que el día dedicado a los inventores, el 9 de noviembre es en honor a una bella actriz de Hollywood, seguramente no me van a creer; y si agrego que hoy usted está navegando por wifi gracias a ella, seguramente va a pensar que es una broma, pero en honor a que me gusta celebrar nuestro día recordando mujeres que cambiaron el mundo, les voy a contar su historia:

¿Quiere saber quién es? Una mujer sexy, provocadora e increíblemente inteligente. Hedy Lamarr, la estrella de Hollywood que inventó la tecnología precursora del wifi en plena Segunda Guerra Mundial. Femenina, hermosa e inteligente. La mujer ideal.

¿Cree que vamos a contar la historia de Cenicienta? No, es la historia de una de las mujeres más bellas de la época dorada de Hollywood, de la que pocos saben que además era Ingeniera en Telecomunicaciones, y es gracias a quien hoy usted tiene todos sus equipos conectados por medio de wifi, y que su camino sea marcado por su GPS.

Hedwig Eva Maria Kiesler, nacida en el Imperio astrohúngaro, de familia judía, protagonizó una historia que es digna de un guión apasionante, y como gran parte de ella sucedió en Hollywood me pregunto si consideran no positivo divulgar que belleza e inteligencia también pueden estar en una sola mujer.

La protagonista de esta historia, era una niña considerada por sus maestros «superdotada», pasados los años se la conoció como «la mujer más bella de la historia del cine», y siempre se la recordó como la mujer que hizo un desnudo corriendo por el bosque y mostrando su cara en primer plano en el momento del orgasmo, claro en estos tiempos no llamaría la atención, pero esta filmación fue en 1933, y ella tenía sólo 19 años. La película se llama Éxtasis y su director fue Gustav Machaty.

La película llegó a manos de Friedrich ‘Fritz’ Mandl un alemán millonario vendedor de armas, que proveía municiones y aviones de combate a sus amigos Hitler y Musolini. Mandl se obsesionó con ella y obligó a que sus padres se la entregaran para que sea su esposa, lo fue y el rico vendedor de armas intentó conseguir todas las copias de la película para destruirla, pero afortunadamente para la historia no lo logró. Su obsesión era tan grande que la encerró en su mansión y solo salía con él para cenas y viajes de negocios. Más adelante ella recordaría esa época como una verdadera esclavitud.

Una mujer inteligente no se tira en la cama a llorar. Aunque tuvo que interrumpir su carrera artística por obligación, aprovechó su cautiverio para continuar con sus estudios de ingeniería y obtener de los clientes y proveedores de su marido información sobre tecnología armamentística de la época.

Cansada de su esclavitud decidió escapar con la ayuda de una asistente, que según rumores tenía una relación sentimental. Escapó desde la ventana de un baño de un restaurante donde tenía un auto esperándola que la llevaría a París. Perseguida por los guardaespaldas de su marido, consiguió llegar a la ciudad luz, y desde allí a Londres, donde vendió sus joyas y conoció por casualidad a Louis B, Mayer, empresario de la Metro Goldwin Mayer. Juntos se embarcaron a los Estados Unidos.

En ese viaje, conoció la libertad. Ahí fue bautizada por Mayer como Hedy Lamarr y firmó un contrato por siete años con la «Metro Goldwin Mayer».

Siguieron años de transitar la pantalla de plata y compartirla con grandes de la escena como Charles Boyer, Lana Turner, Clark Gable y el maravilloso Jimmy Stewart. Fue una chica Ziegfield junto a Judy Gardland y la bella Dalila junto a Sansón interpretado por Victor Mature en Sansón y Dalila. En ese film ella dice una frase que hasta el día de hoy se recuerda:

Cualquier chica puede parecer glamorosa. Lo único que tienes que hacer es quedarte quieta y parecer estúpida.

Pero Hedy… aunque era glamorosa… no era ninguna estúpida.

Richard Rhodes, uno de sus biógrafos y autor de «Hedy’s Folly: The Life and Breakthrough Inventions of Hedy Lamarr, the Most Beautiful Woman in the World» asegura que

Hedy Lamarr odiaba las fiestas y nunca bebía, Su principal hobby era inventar.

Cuando obtuvo su título en Ingeniera en Telecomunicaciones, conoció a quien sería su principal apoyo en la creación de un Sistema Secreto de Comunicaciones: el pianista y Compositor George Antheil con quien inventó un sistema de detección de torpedos teledirigidos.

Hedy Lamarr tenía mucha información acerca de los problemas de transmisión de comunicaciones, y supuso que podría ayudar a destruir submarinos alemanes. La idea existía pero no funcionaba porque se podía interferir en la frecuencia e inutilizar el dispositivo, pero viendo a Antheil tocar el piano, se le ocurrió que la frecuencia podía cambiar constantemente.y de esa manera controlar un torpedo por radio sin que pudiera ser interferido. Es decir, cambiando constantemente la frecuencia del transmisor, a la misma vez que se cambia en el receptor, resultaría imposible interferir en el control del torpedo. O sea, a la bella Hedy Lamarr fue quien ideó el sistema que actualmente se conoce con el nombre de salto de frecuencia. Tras varios meses de trabajo y diseño del  sistema, se le otorgó la patente (firmada con su nombre de soltera, Hedy Kiesler Markey).

Sin embargo, se detectaron problemas en su mecanismo, que no era muy adecuado para usarse en un torpedo y la Marina declaró que el sistema era demasiado vulnerable, archivando así la idea, y haciendo que Lamarr abandonara el proyecto.

Mientras tanto el régimen nazi avanzaba por Europa, Hedy Lamarr fue a hablar con el gobierno ofreciendo su colaboración y su inteligencia para desarrollar investigaciones científicas para buscar avances armamentísticos y a cambio de eso le solicitaron utilizar su fama y su belleza para convertirse en la imagen de afiches de propaganda para vender bonos de guerra. Aquel que comprara 25 mil dólares conseguiría un beso de la actriz. Hedy Lamarr vendió en una sola noche siete millones de dólares.

Esta tecnología patentada por Lamarr y Antheil en 1940, fue usada por primera vez durante la crisis de los misiles de Cuba, veinte años después como base para el desarrollo de las técnicas de defensa antimisiles hasta que, en la década de 1980, el sistema de espectro expandido vio sus primeros aportes en ingeniería civil.

Su invento, mantenido en secreto por el ejército durante muchos años, fue el precursor de la tecnología que hoy usamos en las telecomunicaciones inalámbricas de los teléfonos móviles, GPS, Wifi, Bluetooth y NFC.

En 1998 la Electronic Frontier Foundation concedió a Hedy Lamarr y George Antheil el Premio Pionero reconociendo su contribución fundamental en el desarrollo de las comunicaciones basadas en computadoras. George Antheil murió sin conocer su aporte a la tecnología ni ver su reconocimiento y Hedy Lamarr rehusó a ir a recoger aquel premio. Murió dos años después en Florida.

El día de su nacimiento, el 9 de noviembre, se celebra el Día del Inventor en su honor.

 

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About Pat Sierra 37 Articles
Periodista en Ciencia y Tecnología. Autora, Life Coach. Amo vivir en la libertad de la palabra.

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