Hace tiempo que veo detrás de la personalidad de un pueblo como el argentino, la aceptación de la derrota.
Más de diez años trabajando con sociólogos que a mis ojos no han egresado de la carrera con excelencia, ya que en los tiempos que se han desarrollado, han sido los del narcosocialismo, donde el gobierno que permitió el crecimiento de los carteles, se han ocupado de hacer un trabajo profundo en la sociedad que afortunadamente no ha calado en toda la población, pero ellos son suficientes para destruir tu vida, por eso ganan elecciones usufructuando el trabajo de la clase media que no está de acuerdo con ellos. Estos sociólogos, han egresado de la carrera con opiniones sesgadas, no siendo objetivos porque egresaron con los lentes kirchneristas pegados a sus ojos, y ese filtro te hace incapaz de ver la realidad.
Anoche tuve una epifanía en la reunión de consorcio de mi edificio. Tenemos un encargado adicto a la cocaína, en grados inimaginables. Si bien es una persona que en algunas ocasiones cuando no está tan intoxicado cumple medianamente con su trabajo, cuando cobra aguinaldo, bonos, lo invierte a pleno en su vicio haciendo la convivencia un caos.
Luego de varias suspensiones y con las herramientas para despedirlo, los vecinos, en su mayoría milenials, tuvieron un súbito ataque de culpa, por ese cuento chino de que las desgracias que les suceden a quienes han tomado decisiones erróneas que los llevaron a eso, es culpa exclusiva de la sociedad. Nadie lo quiere echar para no dejarlo sin trabajo, como si los vecinos tuviéramos que pagar la culpa de quienes se drogan.
Ahí aparecieron los “valientes”, que le ofrecen su baulera personal para que guarde sus pertenencias que desconozco si incluyen cocaína. Todos son generosos, todos comprenden y no preguntan. ¿Será por eso que aceptan corruptos condenados y delincuentes dirigiendo el país?
No puedo entender por qué este pensamiento tan enquistado calma la culpa en desmedro de los intereses personales.
Por ejemplo, nadie se queja que quienes toman tierras en este país delinquiendo, los gobiernos no solo no los castigan, sino que les regalan casas, confort con el dinero de la clase media, quienes no se nos permite siquiera acceder a un crédito hipotecario, ¿delinquís?, sos el elegido, el cielo en la tierra es tuyo, trabajás, hacés las cosas como corresponde, el infierno en la tierra es tuyo, y no hay nadie que se rebele a esta forma de vida siniestra.
Me pregunto como se podría cambiar esta forma de vida. Hay una famosa conductora que, con razón, nos llama a la clase media donde ella se incluye también, “Rebaño de Pelotudos”, y la verdad tiene razón, pero sinceramente ella habla, muchos nos identificamos, pero creo que quienes son el verdadero rebaño de pelotudos, no coinciden porque ellos creen que son mejores que nosotros, porque son “solidarios”.
Varios periodistas intentan iluminar a la población, pero los que deberían escuchar, no escuchan.
Se ha hecho un trabajo tan aceitado en la sociedad, que quienes vienen a vivir acá, con prácticamente nada de restricciones, cortan las calles pidiendo que el estado les dé viviendas, si, extranjeros piden que el estado les regale lo que la gente de bien tiene que pagar.
Vienen extranjeros a estudiar de manera gratuita, y en su mayor parte nadie le devuelve al país el dinero que pusieron en ellos. Se reciben y se van a sus países a trabajar sin devolver lo que los idiotas clase media les pagamos.
La salud gratuita, también les proporciona la posibilidad a los extranjeros de hacer tours de cirugía plástica. Es una vergüenza, los argentinos que pagamos impuestos no conseguimos camas en los hospitales porque las ocupan extranjeros que no pagan nada porque vienen en un micro y se internan a hacerse cualquier cosa. Ahora sumemos las rusas que vienen a parir para tener el pasaporte.
Argentina siempre estuvo llena de slogans, recuerdo cuando era chica que se decía “los argentinos no somos racistas”, pero eso era una verdad de Perogrullo, ya que en este país los pocos negros que había los mandaron a la Guerra del Paraguay, muriendo todos. Las mujeres negras que habían quedado viudas, se cruzaron con los españoles naciendo mestizos quienes con los años se fueron diluyendo al no haber individuos negros.
Los tiempos fueron cambiando y las personas se fueron moviendo por el mundo, llegando en el siglo XXI inmigraciones de gente negra, de países latinoamericanos y africanos.
El argentino demostró en este siglo que sí es racista, aunque levantaba las banderas queriendo parecer simplemente perfecto.
En tiempos del régimen militar de los años 70 del siglo XX, el slogan era “Los Argentinos somos derechos y humanos”. No importa acá qué pasó, pero la realidad que ninguno de los dos bandos eran derechos ni humanos y los delincuentes no fueron sometidos a la justicia como se debería haberlo hecho.
Argentina es un país donde muchos de sus habitantes creen que tienen un standard moral más alto que cualquier persona en el resto del mundo. El ventajita, ese personaje de este país muy conocido en los cuatro puntos cardinales, se intenta taparlo para decir que somos derechos y humanos, como en la dictadura militar.
En este acercamiento a mis opiniones, siento que nunca vamos a encontrar la manera de salir adelante. Los aprendices de magos con trucos baratos se postulan para dirigir los destinos de un país que no tiene solución, porque éstos eclipsan a quienes tienen la capacidad de comprensión de que la salida no viene de un mundo mágico que te pone culpas para que hagas lo que quieras.
No hay esperanza de la gente de bien que pueda modificar esta situación social.
Argentina tiene todas las riquezas, acuíferos, litio, petróleo y todo lo que falta explorar, tiene un alto grado de probabilidad de que encontremos más tesoros, que el gobierno de turno le regala a corruptos y a potencias socialistas.
¿Qué debería pasar para que Argentina sea una potencia? No lo sé, algún fenómeno sociológico que cambie la cabeza de los culposos habitantes, que lamentablemente deciden el futuro de este país.
Decime la verdad: ¿no te sentís un idiota esforzándote para que los corruptos roben más? Siendo un jubilado que cobra un poco más de U$S 100,- mientras Cristina cobra más de U$S 20 mil?
¿Qué es lo que te hace falta ver para saber que están apostando a quien te destruye?
Los viste contando dinero, revoleando bolsos, robando tierras, nos mataron con el COVID, y no puedo creer que todavía esta gente tenga votos.
¿En serio hay tanta gente cobrando dinero de esos robos? Es momento de hacer un cambio profundo, o Argentina seguirá condenada al fracaso.
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