Palacio de la Memoria

La ciencia nos da las herramientas para poder memorizar no solo de manera fácil sino también divertida

Los personajes de ficción Sherlock Holmes, Hannibal Lecter o Patrick Jane, usan habitualmente el Palacio de la memoria

Lo vimos en Sherlock (la serie de BBC que emitió Netflix) esta técnica que habitualmente usa el genial detective, en “El Silencio de los Inocentes” cuando Hannibal Lecter hace gala de ella,  Patrick Jane, “El mentalista” lo utiliza a menudo en la serie y también Stephen King la comenta en su libro Dreamcatcher A pesar de que en la ficción vemos usarla a personajes que se destacan por su increíble inteligencia, es un recurso que está al alcance de todos. Esta técnica es sumamente eficaz, y podemos ensayarla en una salida habitual de esta nueva normalidad, por ejemplo ir al supermercado,  para luego usarla en cosas más importantes.

En Estados Unidos, son habituales los concursos de memoria. En todas las entrevistas y documentales donde hablan con los participantes usualmente ganadores, al preguntarles por la técnica, hablan de “El Palacio de la Memoria”, que es la manera coloquial con que se conoce el método de Loci, el cual se basa en dos operaciones, la visualización y la asociación.

Los que pasamos los 40 años, recordamos que antes de la llegada de los teléfonos celulares, si bien teníamos una libreta con los números de teléfonos de amigos, conocidos y familiares, ocasionalmente recurríamos a ella, ya que la mayor parte de las combinaciones de esos números, las sabíamos de memoria. Imaginen que en mi profesión (periodista) tenía una agenda muy abultada, no obstante comprobé mi capacidad para memorizar 500 números telefónicos. Lamentablemente con lo necesario que es activar nuestra memoria, esta “ventaja” de la tecnología quizá sea la que haya causado el crecimiento de los problemas cognitivos de los adultos mayores en este siglo.

El hipocampo no solo es un caballito de mar

Hermoso, y sus historias que se cuentan de su fidelidad más aun, pero nosotros tenemos un hipocampo en nuestro cerebro responsable de nuestra memoria episódica y espacial al cual debemos atender.

El método Loci o Palacio de la Memoria, entrena permanentemente a la memoria espacial. Un método que no solamente nos va a facilitar nuestra cotidianeidad, sino que además nos va a ayudar a mantener nuestro tesoro (cerebro) entrenado para fortalecernos a fin de evitar futuras patologías en las etapas más avanzadas de la vida. La memoria es una facultad que todo ser vivo puede entrenar para optimizar. Los neurocientíficos comprobaron que la memoria a base de un entrenamiento cerebral, puede ser óptima.

En el proceso del Palacio de la Memoria, la memoria espacial provoca la activación de las neuronas del hipocampo, mediante un proceso cognitivo que nos facilita la visualización, y luego recordar diferentes lugares y situaciones, de modo de recrear relaciones espaciales entre los objetos.

No necesitás un palacio verdadero

En la serie Sherlock, cuando entra en su palacio de la memoria, literalmente es un palacio. Esos son recursos cinematográficos. Ahora, si sos de la nobleza o un afortunado como en otros tiempos los artistas eran mimados de la realeza y paseaban por castillos prestados, seguramente un palacio te será familiar. Si no es tu caso, te sugiero que tu palacio lo construyas en tu casa, en una lugar que frecuentas, en un camino habitual, o tu trabajo o escuela; es un lugar que con solo cerrar los ojos podés recrearlo aunque estés lejos.

Diseñando tu espacio de memoria

Cada quien encontrará la manera que mejor se adapte. Tanto en Youtube como en la web, hay muchos instructivos con diferentes maneras de construir tu palacio de la memoria. En su mayoría te explican como hacer un plano de un lugar conocido. En realidad, yo prefiero diseñarlo directamente en mi cabeza. Por ejemplo, mi casa, en la que vivo hace muchos años, la conozco perfectamente. También quien acostumbra a hacer un camino cotidianamente hacia su trabajo, conoce, por ejemplo lo que hay a la salida del subte o luego de la parada de colectivos. En un primer momento quizá digas que no lo recuerdas, pero todo lo que viste, aunque sea con la visión periférica, está registrado en tu cerebro, solo es cuestión de repasar en tu mente una y otra vez.

Yo sugiero, para empezar, un pequeño Palacio de la Memoria, en el que memoricemos cinco productos para comprar en el supermercado. Por ejemplo, mi casa apenas paso la puerta entro en el living comedor. Voy a programar cocinar pasta a la crema esta noche, para lo cual tengo que comprar pasta, crema, queso rallado, sal y pan. Antes de irme, me imagino parada en la puerta de mi casa. A la izquierda donde está la entrada a la cocina, me imagino a la olla donde cocino la pasta que viene caminando y aparecen de adentro unos espaguetis riendo (pasta). Sigo caminando por el living, y veo en la esquina que da la ventana a Miss Piggy untándose la cara con crema y me dice: la crema también se come, y toma un poco de lo que extiende en su cara y va a su boca (crema). En la esquina de enfrente, la Rana René mira a Piggy y le dice ¿Qué es eso?, voy a adivinar… es queso y le muestra a Miss Piggy un sobre con queso rallado (queso).  En el otro rincón aparece una bailaora de flamenco, que te mira y dice: ¿tienes salero?… aunque eres simpática necesitas la sal, y en vez de un abanico, te muestra el paquete de sal (sal). En el medio del cuarto ves una canasta inmensa de pan, uno de ellos te mira y te dice: soy crocante, ¿querés comerme? (pan). Al llegar al supermercado, solo tenemos que recordar la historia que se creó en nuestra mente para no olvidarnos de ningún producto. Es más fácil recordar un cuento que una fría lista de compras.

Quizá pienses que es una locura los personajes que participan y las actitudes, pero… nuestro cerebro funciona así. Si en vez de la recreación que relaté me imagino sobre la mesa el paquete de pasta, la crema, el queso, la sal y el pan seguramente me olvidaré al menos de tres. Con la olla que camina, los espaguetis que ríen, Miss Piggy poniéndose crema, la Rana René y sus inocentes adivinanzas, la bailaora que en vez de abanico me muestra la sal y el pan invitándonos a morderlo, nos aseguraremos de tener una rica pasta a la crema a la noche.

Quien no conoce el método podrá creer que algo de locura hay en el relato, puede ser, pero está comprobado científicamente que luego de 40 días de hacer este ejercicio a diario, seremos capaces de recordar todo lo que nos propongamos.

Si por ejemplo tenemos que dar un examen, imaginemos que en nuestro cuarto, por ejemplo tenemos una cama, una mesa de luz, una lámpara, una cómoda, un escritorio. En cada uno de estos lugares podemos poner un tema del examen y diferentes personajes nos revelan cada ítem.

Las posibilidades son infinitas, debemos dejar volar nuestra imaginación para buscar lo que queremos en nuestra mente.

Quizá me digas que la lista de compras la llevás en el celular o en un papel, y qué hacés si te olvidás el celular y el papel se te pierde?

Propuesta

Te propongo que empieces a practicarlo, si no tenés confianza empezá con listas de supermercado. Cuando uno aprende un método empieza por lo más sencillo, luego vamos incrementando la dificultad, hasta que nuestra memoria solo sea un juego de niños.

Las personas que participan en esos concursos de memoria, usan el palacio para llegar en esos niveles asombrosos. Tu mente es uno de tus dones más preciados, y no solo está para contemplarla, sino para que hagas un buen uso de ella.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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About Pat Sierra 37 Articles
Periodista en Ciencia y Tecnología. Autora, Life Coach. Amo vivir en la libertad de la palabra.

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