Amo la astrología, si bien como decimos los argentinos “toco de oído” siempre pienso: si la luna influye sobre las mareas, por qué los planetas no pueden armonizar o complicar la vida?
Hace varios años hice un curso de astrología con el padre de una antigua heroína de teleteatros de mi país, la verdad no recuerdo nada pero nobleza obliga, por esos tiempos estaba en “otros planetas” y no practiqué el oficio. Siempre me interesó el tema. Años después me tocó escribir el horóscopo para un medio, pero lo hacía a conciencia, no había internet pero con libros me fijaba los planetas que influían en ese momento en cada signo, no era 100% fiable, pero un poco más que en algún diario que ya no existe donde se ponía en una caja de zapatos papelitos con frases acordes a un horóscopo y a modo de sorteo se decía: Aries y se sacaba un papelito, Tauro y se sacaba un segundo y así hasta llegar a Piscis. Seguramente muchos se sentirán decepcionados pero… de acuerdo a las buenas nuevas de la neurociencia depende de la entidad que le das a lo que lees, si lo crees o no es como va a influir en tu vida. Como dijo William James “Si puedes cambiar tu mente, puedes cambiar tu vida”, depende de vos creerle al papelito de la caja de zapatos, podés preocuparte o reír y crear tu propia realidad. Más adelante trabajé con un astrólogo ayudándolo con sus escritos, y en ese momento aprendí más que en el curso que había hecho años atrás.
Personalmente me mantengo en la fina línea pensando en que los planetas influyen en mi vida y paralelamente en saber que si me caigo sentir que pasé apenas por un bache o porque llegué a la tumba, depende del enfoque de mi mente. A pesar de ser coach de vida, una formación no te hace llegar a la perfección y entender que todos somos la jarra loca, una mezcla de cosas de todo tipo; ese pensamiento me da más fuerzas para reírme del bache, sacarme la polvareda de la caída y seguir adelante.
Pero Saturno me saca de quicio. Ya la cosa vino mal barajada, es el regente de mi carta natal, o sea, crecí sabiendo que no soy de las personas que en la vida todo se le da fácil, al contrario todo me costó mucho, pero el camino no solo tenía sinsabores sino también momentos alegres y otros que en su momento fueron duros, hoy los recuerdo con una sonrisa, se pasa, se llega pero da trabajo.
Saturno pasa cada 30 años a ponernos adelante todo lo que nos aplasta, y en mi caso personal los años más duros son los que Saturno ha visitado a mi signo solar o a mi ascendente. Acá te dejo un link para que verifiques cuando te visitó Saturno, y cuando lo hará próximamente. Para prevenirte, entrá acá: Astro Seek, retorno de Saturno.
Por ejemplo, el Muro de Berlín se levantó con Saturno en Capricornio, y se cayó con Saturno en Capricornio, o sea que el gran maléfico influye no solo en nuestras vidas, sino que también en nuestra historia.
En este momento Saturno se encuentra en Acuario hasta marzo del 2023, en mi ascendente y es el momento en que más influencia tiene, pero dejándome de lado, el paso anterior de Saturno en Acuario fue entre 1991 y 1993, cuando la Unión Soviética se disolvió. Hoy estamos con un conflicto bélico que de acuerdo a los analistas lamentablemente va a durar mucho y muchos dicen que Putin sueña con volver a armar la Unión Soviética. ¿Saturno en acuario puede alterar los planes de Putin?
Va a ser una año duro, además de Saturno deberemos estar atentos a sus cuadraturas, oposiciones y demás movimientos. Sumemos los eclipses que no son demasiados favorables. Apelemos a la fe y oremos para que este conflicto no termine en una Tercera Guerra Mundial, independientemente de lo que Saturno traiga.
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