La importancia de lo que sale de nuestra boca

En tiempos donde se nos ha "tapado" la boca, debemos aprender que las palabras pueden hacer mucho daño o mucho bien, incluso a nosotros mismos.

Imagen de Amanda Elizabeth en Pixabay

Aunque las palabras te parezcan inocentes, tanto las que recibimos como las que emitimos se instalan en tu mente, la guarda el subconsciente que es una especie de disco duro de nuestra mente, o sea se expande como si viviéramos dentro de una app gigante y nuestras palabras, son los recursos que tenemos para mover el programa.

En todos los tiempos, el poder de la palabra es inmenso, en la biblia encontramos muchas referencias:

El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca. Lucas 6:45

Por ejemplo, nuestra relación con el dinero viene de la niñez, pero hoy la expresamos de acuerdo a lo que manifestamos. En estos tiempos es común escuchar: “Sólo trabajo para pagar cuentas”, “la plata no me alcanza”, y con ese comportamiento repetitivo, vamos creando un mindset (programación realizada por un conjunto de pensamientos) que va a servir para justificar la razón por la cual no podemos crecer. Con esta mentalidad ni siquiera vas a poder comprarte 1/4 kg de helado sin culpa, y eso no es sano. Dividir el dinero para lo necesario no te deja lugar para lo placentero, pero teniendo en tu cabeza un cartel francés que dice PAGAR, yo lo modificaría por uno que diga RESPONSABILIDADES Y PLACERES.

Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad. 1 Juan 3:18

Los pensamientos crean emociones que nos llevan al cielo o al infierno. Los pensamientos de carencia o pobreza, solo te llevan al sufrimiento permanente.

Las frases que nunca deberíamos decir:

  1. No tengo dinero. Es posible que realmente no lo tengas, pero te puedo contar por experiencia propia, que si decimos que el dinero fluye, siempre el dinero aparece del lugar más inesperado. Cuando me divorcié, mi hijo y yo no teníamos ni para comer, pero siempre en algún bolsillo, en alguna cartera, había dinero para comer al menos una semana. La convicción de que el dinero siempre llega, termina siendo una confirmación.
  2. No me interesa. Quizá te ofrezcan algo y en este momento no quieras tomarlo. No espantes las oportunidades, es mejor contestar que las prioridades hoy están enfocadas en otras cosas.
  3. Es difícil. El universo nos da a todos el mismo grado de dificultad. Las oportunidades están, solo hay que conectar.
  4. Yo no puedo. Siempre hay alguien que puede, y tenés grandes posibilidades que ese que pueda seas vos. No te conviertas en tu principal enemigo.
  5. ¡Qué idiota soy! Debemos callar la voz de la crítica, cualquier agresión se convierte en realidad. No nos boicoteemos.
  6. ¡Odio eso! Eso es llamar a la mala energía. El odio es una frecuencia muy baja y oscura. Por ejemplo si no nos gustan nuestros gobernantes es mejor expresar “Prefiero que gobierne mi país gente que le importe el mismo”.
  7. Suerte. Yo misma he creído que la suerte juega, pero pensándolo bien, la suerte existe cuando tenemos una buena actitud, hay que apostar el éxito más que a la suerte.
  8. Poco a Poco. Si hablamos de poco, expresamos escasez, mejor digamos Paso a Paso

Muchas veces no estamos conformes con nuestro trabajo, pero es importante agradecer. Intentemos conectarnos con el momento en que conseguimos ese trabajo, nuestra alegría fue inmensa. A pesar de todo lo que estemos pasando, siempre es bueno estar dispuesto a dar lo mejor de sí mismo.

Ordenando

Es importante ordenar nuestra vida, nuestra casa. Personalmente cuando tengo mi casa desordenada no puedo escribir, quizá eso se lo debo a un terapeuta que tuve hace años que me decía: “como está tu cuarto, está tu cabeza”. Ordenar lo externo es bueno para comenzar a ordenar lo interno y tomar el control de la mente.

Otra expresión muy común es “Vale la pena”. Todos sabemos lo que significa la palabra “pena”, es un dolor muy grande e incluso en algunos países es vergüenza. Los franceses dicen “París bien vale una misa”, y una misa es una celebración. Prefiero decir “vale la fiesta” que “vale la pena”.

Tengo, debo, son expresiones que marcan obligaciones y deberes. ¿Por qué mejor decimos quiero, decido, voy?

Cada palabra crea ondas que se expanden, cada cosa que decimos afecta nuestro campo energético. Solo tú tienes el poder de afectar quien eres. Tu varita mágica está en el pensamiento y la palabra, es la manera de conectar con Dios.

 

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About Pat Sierra 37 Articles
Periodista en Ciencia y Tecnología. Autora, Life Coach. Amo vivir en la libertad de la palabra.

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